El drenaje linfático manual es una técnica específica de masaje terapeútico que se aplica sobre el sistema linfático para favorecer la circulación y la eliminación de líquidos. Como su propio nombre indica se realiza con las manos mediante suaves movimientos, lentos y repetitivos. En nuestra entrada de hoy vamos a hablar de los beneficios del drenaje linfático manual y para qué tipo de dolencias está indicado, pero antes vamos a explicar qué es y para qué sirve el sistema linfático.
¿Qué es el sistema linfático?
El sistema linfático es una red vascular de retorno que recorre todo el cuerpo, por la cual los líquidos intersticiales (los que se encuentran en el espacio que separan las células entre sí) van a llegar a la sangre.
El problema está en que los vasos sanguíneos filtran más líquido a los tejidos del que pueden reabsorber, produciéndose un desequilibrio y un excedente de líquido intersticial. Aquí es donde actúa el sistema linfático, recogiendo el líquido sobrante llamado linfa.
El líquido intersticial contiene sustancias nutritivas, minerales y vitaminas suministradas por la sangre, por lo que constituyen al mismo tiempo una reserva de alimentos para las células y un depósito donde éstas echan los residuos de su metabolismo, las proteínas que no han sido utilizadas y las grasas procedentes de la absorción intestinal. Parte de todo esto es recogido por el sistema venoso y el resto por el sistema linfático.
Podemos resumir en tres las funciones del sistema linfático:
- Devolver a la sangre la linfa
- Transportar las grasas absorbidas por el intestino.
- Producción de anticuerpos
¿Cuáles son los beneficios del drenaje linfático manual?
A continuación mencionaremos los principales beneficios del drenaje linfático manual.
- Mejorar la circulación sanguínea y linfática.
- Estimular al sistema inmunológico, aumentando las defensas propias del organismo.
- Produce un efecto calmante y relajante, debido a efecto que tiene sobre el sistema parasimpático.
- Mejora la vascularización en las miofibrillas musculares.
- Restablece el flujo linfático, produciendo una reducción del volumen en caso de edemas y en algunas inflamaciones.
¿En qué casos está indicado el drenaje linfático manual?
- Linfedemas
- Edemas debidos a un traumatismo (golpes, esquinces, fracturas, etc.)
- Edemas postoperatorios (muy indicado después de operaciones de Cirugía Plástica: prótesis de mamas, liposucciones, abdominoplastias, todo tipo de cirugía en la cara, etc.)
- A nivel cutáneo, en quemaduras, queloides, escaras, acné o cicatrices.
- En estética, para la caída del cabello, arrugas o celulitis.
- A nivel digestivo es muy bueno para el estreñimiento y las flatulencias.
- Cefaleas, migrañas, neuralgia del trigémino.
- Estrés e insomnio.
- En dolores psicógenos y somáticos, apoplejía.
- En trastornos respiratorios como sinusitis, amigdalitis, catarros, resfriados crónicos, asma bronquial…
- En trastornos oculares como glaucoma o secuelas del desprendimiento de retina.
- En trastornos de la circulación venosa, edema venoso del embarazo.
- Extirpación de ganglios después de una mastectomía.
Podríamos seguir y profundizando mucho más en este tema pero tampoco queremos aburrir, sobre todo si no eres experto en la materia. El objetivo, y esperamos haberlo conseguido, es informar a nuestros pacientes sobre esta técnica, el drenaje linfático manual, que realizamos en la Clínica Fisioterapia Ricardo González, para que puedan conocer qué es, en qué principios se basa y los efectos beneficiosos que tiene.
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