Cada vez que se toca el tema de la espalda en los niños, algunos padres pueden sentirse inquietos, quizás alarmados, por los frecuentes comentarios y dudas que rodean el tema. En primer lugar es siempre bueno tomar la situación con calma, sin restarle importancia y a la vez, informarse del asunto en cuestión.
Es fundamental estar atentos y observar con detenimiento las actividades que realiza el niño. Debemos observar a nuestro hijo en los diversos momentos, en el juego, como se desplaza, que posición adopta su espalda y como se mueve su cabeza cuando está sentado en la silla o en el sofá, y cuando se tumba tanto en el sofá como en el suelo como en la cama, que postura adopta su espalda y sus caderas cuando está de pie; así como factores, realmente desencadenantes de problemas de espalda como es el uso de los carritos escolares y de las mochilas.
A través de esta “observación” podemos apreciar ciertas alteraciones como son las desviaciones de la columna vertebral, que son debidas la mayoría de las veces a las malas posturas y en algunos de los casos a dismetrías en las piernas o en sus caderas.
Es justamente en este terreno donde la fisioterapia juega un papel de importancia, pues podemos evaluar, a través de un sencillo test como es la valoración postural, a confirmar estas desviaciones, y que luego pueden ser corregidas con mayor éxito cuanto más precoz se detecte el problema.
Por otra parte, siempre debemos estar atentos y que mantengan una buena actitud postural, por ejemplo, el adoptar una correcta postura al estar sentados , especialmente si pensamos en el número de horas que pasan en el colegio, y por otra parte, debemos incentivarlos a la practica de alguna actividad deportiva que les promueva a un estilo de vida más sano; así, evitaremos que lo que hoy es un vicio postural no se convierta mañana en una escolisis.
Escrito por Ricardo González Castelló
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